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Revista Digital

COMUNIDAD: Diócesis de Machala con damnificados en Manabí y Esmeraldas


Después del terrible terremoto que soportó nuestro país, y específicamente en las hermanas provincias de Esmeraldas y Manabí, el pueblo ecuatoriano a pesar de la crisis económica que se está viviendo en el mundo, no ha reparado en gastos al momento de donar alimentos no perecibles en grandes cantidades, al punto de vaciar las estanterías de las grandes cadenas de supermercados del país. Pero no solo comida o agua se necesitan en estos momentos para los damnificados, también ayuda psicológica, médica, de rescate y otros no ha faltado, incluso la ayuda internacional.


La ayuda espiritual no debe faltar en estos difíciles momentos para quienes han superado la desgracia natural, por ello, la Diócesis de Machala se ha organizado con la iniciativa del P. Vicente Peña, Sacerdote de la Iglesia de Santa Elena de la ciudad de Machala, y junto con demás colaboradores de la iglesia están llevando el ánimo con la palabra de Dios para que la gente mire la luz de esperanza; llegaron con kits de primeros auxilios, alimentos y entre otros, sobretodo las ganas de ir a los rincones para decirle a todos que se puede superar la emergencia con la fe y orando al creador para pedirle fuerzas.


"Llevamos kits y la palabra de Dios para reconstruir el animo y la esperanza. Viajamos con miembros del movimiento de Iglesia Renovacion Carismatica Catolica 5 Minutos con el Espíritu Santo - 27 de Abril Junto con la Persona del Espíritu Santo, está la esperanza. Porque donde está presente el Espíritu Santo siempre hay un futuro posible, siempre renacen los sueños, siempre se nos abre algún camino. El Espíritu es como una fuerza que nos lanza hacia adelante, que no nos deja vivir sólo del pasado ni permite que nos anclemos en lo que ya hemos conseguido". P. Vicente A. Peña

Celebrando misa en Zapote, u barrio de la ciudad de Portoviejo.

Él impulsa, pero hace que nosotros caminemos; no nos arrastra como a muñecos, sino que nos lleva a tomar decisiones, a usar nuestros talentos, a organizamos, a trabajar juntos por un futuro mejor, a buscar la justicia y la solidaridad: "El Espíritu construye el reino de Dios en el curso de la historia... animando a los hombres en su corazón y haciendo germinar dentro de la vivencia humana las semillas de la salvación definitiva" (Juan Pablo II, TMA 45). Y aunque no podamos lograr ahora todo lo que desearíamos, sabemos que el Señor le prepara a sus amigos una felicidad que no tiene fin, allí donde rebosaremos de gozo en su presencia gloriosa (Apocalipsis 21,1-5).


Lo que ha quedado de la Iglesia de Jama

Hacia esa Ciudad celestial, que no podemos ni siquiera imaginar, nos quiere llevar el Espíritu Santo, y él nos hace caminar con seguridad hacia esa feliz plenitud: "La esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado" (Romanos 5,5).


Confesionario de la Iglesia intacta luego del sismo.

Escrito por Fernando Idrovo

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